terça-feira, 3 de março de 2015

Ruxit: Rusia dice adiós a Europa


Nemtsov
«Primero fue "Grexit", el juego de palabras que aludía a una posible salida de Grecia del euro. Luego fue "Brexit", acuñado para referirse a la posible salida del Reino Unido de la Unión Europea. Ahora viene "Ruxit", un término que describe cómo la Rusia de Putin se ha ido alejando progresivamente del orden europeo y de sus principios y valores esenciales.

Muchos pensarán que el término es una ocurrencia surgida a raíz del asesinato del líder opositor Borís Nemtsov el pasado viernes. Pero no, aunque el asesinato de Nemtsov confirma la validez del concepto, su origen es anterior. Les recomiendo por ello que lean el artículo de mi colega Josef Janning, casualmente publicado el mismo día en el que matarían a Nemtsov, con el título "Ruxit is real: Russia's exit from Europe"

Sostiene Janning en su artículo que desde el fin de la guerra fría y la caída del muro de Berlín la política de Rusia ha consistido en buscar un acomodo con, más que en, Europa. Esa era al menos la pretensión de Gorbachov cuando hablaba de construir una "casa común" europea que fuera desde el Atlántico hasta Vladivostok. Y también la del propio Putin cuando intentaba acomodarse en el G-7, relanzar la OSCE o buscar una relación privilegiada con la OTAN y la Unión Europea.

Pero esa política ha llegado a su fin, dice Janning. Putin ha abandonado esa política, que buscaba el reconocimiento de Rusia por Europa como una potencia al mismo nivel, una especie de co-liderazgo continental basado en dos entidades iguales. Putin sigue empeñado en construir una potencia Rusia de primer nivel, pero ya no pretende el reconocimiento político y legal por parte de Europa como socio privilegiado. No, Rusia ha decidido obtener ese reconocimiento por la vía de los hechos (bélicos) antes que por el derecho. Y eso, a cambio, le lleva a construir un modelo específicamente anti-europeo. 

Aunque Putin esté siendo parcialmente exitoso en este empeño de construir un bloque de resistencia a la Unión Europea, dice Janning señalando la impotencia europea para revertir la situación en Ucrania, Putin enfrenta una enorme limitación: la falta de atractivo de su modelo. Dicho de otra forma, Rusia es fuerte en "hard power", es decir, a la hora de usar el poder coercitivo, pero débil en cuanto al "soft power", el poder blando pues nadie quiere ser como Rusia, al menos como la Rusia de Putin.

Ese es el punto débil de Putin. Si algo prueba el asesinato de Nemtsov es que el modelo putiniano, basado en la extrema concentración de poder en torno a un individuo capaz de aglutinar todo el poder económico, militar y mediático, tiene una falla de legitimidad descomunal. 

Como el propio Nemtsov señalaba en este artículo publicado el 1 de marzo, "Esta es la guerra de Putin, [no la de Rusia]", cuya lectura les recomiendo, se puede ser ruso y oponerse a la guerra en Ucrania, también querer más democracia y más derechos y, sobre todo, denunciar hasta qué punto la guerra de Ucrania sirve exclusivamente a los intereses de Putin y de su camarilla, deseosos de afianzar su poder mediante un empuje nacionalista que cercene las críticas por la falta de la democracia, y también ansiosos de hacerse con los recursos económicos de la cuenca del Donbás.[...]»

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